La distorsión de la deuda global.
Diversos analistas de medios como por ejemplo el WSJ o BusinessInsider, revelan que está ocurriendo algo inusual en los tipos de interés norteamericanos, aunque la verdad sea dicha, motivos para que el Sistema financiero se comporte de modo extraño y jamás visto no faltan, desde luego. Para ponernos en situación, cabe recordar que cuando una economía -como le está sucediendo ahora mismo a la norteamericana- consigue unas cifras próximas al pleno empleo y una inflación cercana al codiciado 2%, su curva de tipos se acentúa. Esa es una consecuencia lógica de la mejora de las perspectivas económicas, ya que en un escenario donde empiezan a surgir cantidad de buenas oportunidades de negocio, es normal que los inversores exijan mayor rendimiento a cambio de bloquear su dinero a largo plazo, y menor renta a vencimientos cortos. La consecuencia gráfica es una mayor pendiente en la curva de tipos de esa moneda, como se ha visto en infinidad de ocasiones a lo largo de la historia.
Pues bien, lo que le está ocurriendo actualmente a la curva de tipos americana es todo lo contrario, como podéis ver en el siguiente gráfico. El spread o diferencial entre los tipos a 2 y 10 años se está reduciendo a pesar de la innegable mejora de las cifras de paro e inflación. Y lo está haciendo desde que la FED comenzó a cerrar el grifo a finales del 2013, alcanzando hoy ya los niveles de spread más bajos (curva de tipos más plana) desde el inicio de los tiempos de la nueva normalidad, o sea 2007.
¿Acaso las cifras de la economía norteamericana no son ciertas? ¿Es que la reducción en la creación de empleo que vimos la pasada semana es el preludio de otra recesión fatal en USA? No van por ahí los tiros. La explicación la encontraremos si ampliamos el campo de visión y analizamos lo que está ocurriendo a nivel global con los tipos y sus curvas. La situación es tan caótica a nivel de deuda global que los bancos centrales de las economías desarrolladas, a excepción de la FED, están aplastando los tipos a terreno negativo en sus emisiones domésticas de manera masiva. Y ello obliga a los inversores a tener que buscar rendimientos positivos allá donde los hay, es decir aplastando los yields de la mayoría de activos (como ya advertíamos aquí). Lógicamente, ante la ausencia de rendimientos en Europa y Japón, los inversores miran al yield de países emergentes (al que también aplastan con sus compras) pero sobre todo al yield de los Treasuries norteamericanos. Por esa demanda global importada artificialmente, la curva de esos tipos se suaviza en lugar de hacerse más pronunciada, a pesar de la mejoría de las cifras macro-económicas de USA.
Y es que la labor de los bancos centrales europeo y japonés -para evitar el colapso de su deuda y por tanto de sus economías- en los últimos años ha devastado los yields de medio mundo. Mirad en el siguiente gráfico la descomunal proporción de renta fija en terreno negativo que tiene ya el mundo desarrollado. En unos casos se entra en terreno negativo por la Represión Financiera ejercida por sus bancos centrales, y en otros por un flight-to-quality a la desesperada del dinero que prefiere solvencia y renuncia definitivamente al rendimiento. Esta financial repression está convirtiendo la renta fija en un caos en ciernes que de momento sólo algunos tratamos de evitar:
Resumiendo y volviendo a la curva de tipos norteamericana, ésta se está distorsionando contra lo que promulgan todos los libros de texto de Economía. Se aplana en plena mejora porque está más condicionada por los tipos negativos que tratan de paliar la recesión y deflación del resto de economías desarrolladas, que por el descenso del paro y el repunte de la inflación en USA. Y lo que es aún más surrealista, en cuanto los tipos de la FED comiencen a subir en consonancia con la mejora del crecimiento y la inflación americana, mayor será el diferencial con el resto de tipos mundiales bajo cero. Y por tanto, mayor el interés del inversor internacional, mayor la presión bajista de los yields y por consiguiente mayor aplanamiento de la curva americana. O sea que en el futuro podemos tener una distorsión tal que nos lleve a ver una curva invertida en plena recuperación de la economía en USA.
El mundo del revés, una vez más. Y es que las políticas monetarias que se están perpetrando desde hace ya 3 años están teniendo ya unos efectos colaterales casi distópicos, ante los cuales el inversor debe estar muy, pero que muy bien asesorado. O sea, que la mayoría de los conservadores se quedarán en las cunetas, lamentablemente.
Fuente: BusinessInsider.com y DeutscheBank