El Eurobono ha venido y nadie sabe cómo ha sido (2a parte)
Ya lo advertíamos en la primera parte de este artículo. La jugada ha sido magistral, y no por haber engañado a Merkel y su reticencia a que el BCE asuma el riesgo país de la periferia, sino por haber realizado la cuadratura del círculo a nivel político y pseudoeconómico. Se llama LTRO (Operaciones de Financiación a Largo Plazo). Esta jugada no es otra que la barra libre del BCE para que la banca europea pida € (y $) de forma ilimitada. Pero el secreto de la pócima está en el plazo de devolución, ya que se ha prestado a demanda, a un tipo ridículo, pero a la friolera de 3 años vista. Esa es la clave. Y por ende se anuncia para Febrero de este año una segunda ronda para los despistados que no tomasen el primer tren hacia el paraíso de la liquidez infinita y barata.
Alemania prohibió sacar el bazooka al BCE para que comprar deuda soberana directamente, pero ante esa puerta cerrada, la liquidez ha entrado por la ventana del Sistema en forma de financiación a largo plazo hacia la banca. Algunos se preguntan si las entidades financieras europeas utilizarán esas Long Term Refinancing Operations infinitas para que el crédito fluya hacia la sociedad (empresas). Pero nada más lejos de su intención porque, además de inflación, eso volvería a generarles aumentos en una morosidad que para su situación actual es como el mismísimo demonio. Ese dinero irá pues destinado mayoritariamente a la compra de deuda soberana, ya que los diferenciales son muy tentadores, sobre todo para unas entidades que en la pasada década despreciaron e infravaloraron un concepto tan importante como el riesgo, dejándolo en manos de las corruptas e incompetentes calificadoras.
La jugada es perfecta y cumple con todos los requisitos más acuciantes: Merkel puede sacar pecho por haber impedido la compra directa de bonos periféricos por parte del BCE; se oxigena la banca en cuanto a liquidez se refiere; se inyecta además a esas entidades financieras un beneficio contable fácil y abundante que les permitirá a medio plazo apuntalar sus balances mediante esos beneficios regalados; se aparentan mejores perspectivas para que la banca reactive así el crédito a las empresas; se ganan de una tacada 3 años de plazo, en el que el sistema financiero europeo deja de estar al borde del colapso, para tratar de cuadrar los presupuestos públicos de los estados periféricos; se presiona racionalmente a la baja la cotización del euro, puesto que el BCE mantiene la batuta para esterilizar en mayor o menor medida ese QE encubierto; y algún otro motivo inconfesable más.
Por contra, este movimiento, lógicamente crea dependencia en la banca respecto a la liquidez del BCE. Ya que para nada mejora el tráfico de dinero entre los bancos, que sigue seco y sin fiarse nadie de nadie. Y no olvidemos que un Sistema financiero sano no puede funcionar a largo plazo sin que la circulación de dinero interbancaria no engrase los engranajes del propio Sistema. Esa dependencia ya la estamos viendo enquistarse también en los depósitos a un día de la banca en el BCE, donde las cifras récord se suceden durante todo este 2011. Y de forma especialmente consistente y sostenida desde el anuncio de las Long Term Refinancing Operations (LTRO) el pasado mes de Diciembre.
Pero veamos la parte positiva de esta jugarreta política sobre las finanzas europeas. Posiblemente (y así está sucediendo desde la tercera semana de Diciembre cuando saltó la noticia), esta disminución de la incertidumbre a corto plazo, o mejor dicho, este aplazamiento del riesgo inminente de colapso financiero, hará que los Mercados se recuperen al menos a corto plazo. Porque el mercado está sobrevendido y sobredeprimido, pero sobre todo porque hay ya excelentes negocios globales a precios ridículos. La relajación del horizonte inminente del colapso financiero es tan poderosa que probablemente propicie un rally moderado de los mercados en el corto plazo. Y sólo el tiempo, la mezquindad política y los imponderables del futuro dirán si ese rally moderado se afianza en el medio plazo o no. Porque como dijo uno de los magos de la inversión, no sabemos la dirección de los próximos 500 puntos del Dow jones, pero lo que es seguro es que los próximos 10.000 puntos serán hacia arriba.
Todavía no se ha salido de ningún túnel pero, en cierto modo, se está atravesando un tramo en el que al menos hay una cierta visibilidad. Mr. Market no va a ver aún la salida frente a sus ojos pero, después de tantos kilómetros en la negra oscuridad, el hecho de poder ver donde pisa más allá de sus narices es un buen motivo de optimismo y celebración. Y eso se nota (o se debería notar…) en las carteras de los inversores. Hay que tomar ahora el máximo oxígeno en forma de rendimientos, porque quizá nos espere más adelante otro periodo que debamos atravesar a pulmón. Mientras tanto, los que estén fuera del Mercado harían bien en revisar sobre qué están sentados.
muy actual e interesante el analisis gracias
manuel 10/01/2012[…] dijimos ya hace un par de semanas en “El Eurobono ha venido y nadie sabe cómo ha sido (2)”, el crédito ilimitado del BCE con vencimiento a 3 años (LTRO) ha cambiado radicalmente el […]
Las 3 Herramientas elementales de la UE 10/01/2012[…] creciente. La inyección de beneficios procedente de tomar dinero casi gratis de la barra libre (LTRO) del BCE y colocarlos en deuda del Estado, es ya insuficiente para compensar las pérdidas de los […]
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