Inversores y Ludópatas
En los últimos 10 años ha proliferado la venta de “cursos” de bolsa para todos los gustos. Unos presuntamente enseñan a manejar derivados, otros muestran cómo analizar técnicamente los gráficos para teóricamente batir al Mercado de forma continuada, y otros además venden sus algoritmos y estrategias de trading ganadoras. Todos ellos se publicitan como la panacea que hará ricos a quien los compre. Hay todo un mundo donde elegir técnicas para hacerse presuntamente rico en bolsa, con muy poco esfuerzo y de forma rápida, como rezan sus propagandas. No obstante, todos ellos tienen algo en común: Sus ventas generan a sus creadores unos beneficios que éstos no han sido capaces de obtener de los Mercados con sus propios métodos, al menos de forma sostenida en el tiempo.
La crisis aguda que vivimos en la periferia europea, además, ha potenciado estas ventas de fórmulas mágicas, haciendo proliferar aquellas que utilizan apalancamientos desmesurados. Es decir, que se venden más cursos y sistemas de trading en los que no es necesario invertir grandes cantidades para tener la posibilidad de ganar -o perder- mucho dinero. Es lo que tiene el apalancamiento feroz y su márketing: cuando en el bolsillo de los ingenuos clientes ya no queda gran cosa, les ofrecen fórmulas mágicas para que con tan sólo 100€ puedan llevarse 1.000€ en tan sólo unos minutos, o quedar endeudados hasta el cuello, claro está. Son tiempos de desesperación, y los vendedores de crecepelos lo saben.
También las loterías y demás juegos de azar acaparan más atención en épocas difíciles. Y aunque las cantidades que se juegan en tiempos de crisis son menores, las estadísticas confirman que un porcentaje mayor de la población se lanza a buscar desesperadamente la suerte, aunque con apuestas de menor cuantía por la escasez de dinero.
Sin embargo, el componente de ludopatía de los mercados financieros es si cabe más dañino que el de los juegos de azar, ya que tiene un cariz técnico, de especialización y de sofisticación que resulta engañoso. Además la opinión pública y los medios de comunicación tratan de “inversores” a quienes se juegan lo que tienen y lo que no tienen en los Mercados financieros, a modo del más mortífero casino. En cambio se relega el concepto de jugador/ludópata a quien apuesta su dinero en máquinas tragaperras, bingos y demás casinos. De ese modo, aunque la patología y resultados finales de esas prácticas sean prácticamente los mismos, la imagen de ludópatas de casino y de mercados financieros es radicalmente distinta, siendo estos últimos inconscientes de que en lugar de invertir están simplemente apostando.
La Inversión en mayúsculas es algo muy distinto a lo que los cursos, sistemas y crecepelos varios venden a los incautos que se creen inversores. No se trata de echar un dinero sobre la mesa y ver lo que ocurre con él al cabo de unas horas, días o semanas. No. La inversión (y así la consideramos en CFO) es algo que no se puede realizar sin un conocimiento exhaustivo del negocio o negocios en los que se va a invertir.
Del mismo modo como jamás nos haríamos socios de la empresa de un vecino sin conocer pelos y señales de su negocio pasado, presente y perspectivas futuras. Sólo si ese negocio es excelente y saneado, sus perspectivas prometedoras, el vecino y su equipo de gestión tienen unas excelentes aptitudes empresariales, y el precio que nos pide por las acciones es interesante respecto al Valor que sabemos que realmente tiene, nos plantearemos invertir en él y hacernos socios. Y además, dicha inversión la plantearemos a largo plazo, ya que no tendría sentido tratar de revender esas acciones al día siguiente o en cuestión de semanas, puesto que la evolución positiva del negocio es la fuente de beneficios que esperamos ¿no es cierto? Pues exáctamente lo mismo debe ocurrir en nuestras inversiones en bolsa. La única diferencia que debe haber entre asociarnos a las empresas de nuestros vecinos o comprar acciones en los Mercados financieros es que las primeras no cotizan en bolsa -y por tanto son más ilíquidas- y las segundas sí. Nada más.
Es cierto que muchos diréis que, a pesar de su iliquidez, el grado de conocimiento que podemos alcanzar respecto al negocio del vecino es mucho mayor que el de la empresa cotizada. Las empresas cotizadas, por su mayor tamaño, complejidad y menor accesibilidad para tratar cara a cara con sus directivos, son negocios más difíciles de conocer en profundidad y valorar de forma ajustada.
Pero para eso están los buenos gestores de fondos de inversión, que analizan los fundamentales de las empresas en las que invierten, las valoran de forma milimétrica, y además visitan periódicamente no sólo a sus directivos sino también a las empresas de la competencia. Desgraciadamente la mayoría de gestores de fondos no lo hacen y así les va (en cuanto a resultados se refiere, porque si pertenecen a bancos, los venden lamentablemente como churros). Sin embargo las primeras espadas del mundo de la gestión sí que realizan esas tareas de conocimiento exhaustivo y personal de las empresas donde invierten, y sus resultados brillan de forma sostenida a lo largo de décadas en el mar de mediocridad reinante.
Además, en toda cartera de Inversor en mayúsculas que se precie, no deben faltar las inversiones en fondos de “private equity”, que son fondos que invierten en empresas que aún no cotizan y que por tanto son de menor tamaño y en un estado evolutivo anterior a las grandes corporaciones cotizadas. Como muchos sabreis, su liquidez es limitada y son inversiones que se deben plantear a 3, 5 o incluso 10 años vista. Pero los resultados conseguidos por los principales gestores de fondos de private equity resultan también espectaculares.
Para que os hagáis una idea, los fondos en los que actualmente estamos invirtiendo tienen un histórico superior al 20% anual (IRR), algo difícil de superar por los fondos de inversión de empresas cotizadas, aunque también invertimos en algunos de ellos que superan esta cifra en los últimos 10 años. Pero ese es otro tema del que ya hemos hablado en alguna ocasión, podéis ver los detalles que nos permiten acceder a los mejores fondos en este artículo titulado “Los Fondos de Inversión y la madre que los parió…“.
Espero que este artículo sirva para aclarar las conciencias de algunos que creen y pretenden hacer creer que aplicar sus apuestas de tapete a los Mercados de bolsa es invertir. Nada más lejos. Los resultados a corto plazo de la ludopatía bursátil pueden ser positivos, al igual que los de las apuestas de azar. Pero a largo plazo no se puede ganar dinero apostando por tickers y numeritos de una pantalla sin saber exactamente todos los detalles del negocio que hay detrás. Y como las inercias empresariales son lentas (incluso las empresas tecnológicas precisan de varios trimestres para despegar o morir), los plazos de tenencia de acciones tan cortos como horas, días o semanas, no son compatibles con el concepto de Inversión, sino con el de especulación o ludopatía.
Los negocios, por muy buenos que sean, necesitan de muchos meses o años para evolucionar positivamente y generar la riqueza que se espera de ellos. Sin olvidar que el esquizofrénico Mr. Market puede tardar aún más en cotizar esa creación de riqueza real y reconocer su Valor. Y por el camino debemos evitar que la volatilidad no nos deje ver el bosque de la creación de riqueza empresarial. Como dijo Antonio Machado, sólo el necio confunde valor y precio.
Debemos centrarnos en los negocios si queremos ser Inversores de verdad. Dejemos las apuestas para la primitiva y los casinos, a pesar de que en cada esquina nos quieran vender plataformas para operar con derivados, sistemas y apalancamientos varios, que no harán más que enriquecer a quien los vende. ¿Y tú qué eres, inversor o ludópata?
Lamentablemente mientras escribimos este artículo, las acciones de Bankia suben y bajan un 20% al día, en un perfecto hormiguero de ludopatía y desesperación a su alrededor. Hagan juego inversores de pacotilla, Mr. Market y los croupiers de la banca disfrutan con ello.
Hola,
¿Como un pequeño inversor puede acceder a esos fondos de "private equity"? Evidentemente, me refiero a un inversor con 10.000 euros, que pueda esperar esos 10 años y prescindir de ese capital durante esos años.
J. Antonio Fernández 21/08/2012Lamentablemente los fondos de Private Equity en los que estamos invirtiendo exigen inversiones mínimas de 200.000'-$
CFO 21/08/2012El Private Equity en general no está hecho para pequeños inversores por desgracia.
Entonces si todo esto es cierto, ¿porqué los estados no prohíben el trading de operaciones en corto o, por lo menos, las cargan con impuestos elevados?
professoraronnax 21/08/2012Mmmmh. Supongo que por el mismo motivo que no se puede prohibir los casinos, pero los casinos no hacen tambalear a los estados y a las empresas ¿no? Pueden traer un poquito de prostitución y blanqueo de dinero, pero….quién que tire la primera piedra…
Ahora estoy pensando en Eurovegas. ¡Que lo pongan al lado de Gibraltar haciendole competencia en todo y así hacemos caer a la colonia en una crisis sin salida y desaparecerá! Je je
Siempre han dicho que los especuladores dan liquidez al mercado y que es bueno eso. Hummmm….. ¿Que pasaría si el mercado no tuviera especuladores y fuera menos líquido? Pues a lo mejor nada malo y sufriríamos menos volatilidad. ¿Porqué no prohibimos la operativa en corto tal como dice el profesor? ¿Porqué no volcamos el tablero y empezamos de nuevo?
Muy buen artículo. Gracias.
Reflexivo.
Reflexivo 21/08/2012[…] la mayoría de los mortales. Otro apartado merecen los especuladores, de quienes ya hablamos en un anterior artículo, cuyo perfil ludópata está alejado del concepto de “inversor” al que hoy nos […]
Bolsa Economía Inversión- Gurusblog 21/08/2012