Desde Rusia con Valor.
A pesar de ser el miembro de los BRIC que nos queda más cerca, la economía rusa sigue siendo una gran desconocida para el inversor español. Sin embargo ya empezamos a ver a sus habitantes viajando masivamente por todo el mundo. Y poco a poco nos vamos familiarizando con su aspecto y su idioma, porque cada vez más, el turismo ruso inunda las costas mediterráneas desde la Riviera Turca hasta la Costa Brava. Son ya bastante habituales las cartas de los restaurantes en alfabeto cirílico, y eso es un síntoma inequívoco de que sus rublos empiezan a correr sustancialmente por los balances de nuestras empresas.
En cambio aún son pocos los euros o dólares de los inversores occidentales (western investors) que circulan por los balances de las empresas rusas. Y esa es una excepcionalidad que los inversores harían bien en aprovechar, antes de que a Mr. Market le dé un ocasional ataque de eficiencia y lucidez.
Algunos diréis que la inestabilidad política, los oligopolios y la mafia rusa son motivos suficientes para ahuyentar a todo buen inversor. Pero al fin y al cabo, dónde han ido a parar la inversiones sosegadas de antaño… Para bien o para mal, nos encontramos inmersos en un New Normal sincopado, especialmente en el mundo llamado desarrollado. ¿Acaso no suponen también tremendas incertidumbres los colapsos bancarios norteamericanos post burbuja inmobiliaria, la fallida financiera de la periferia europea, el retorno de Berlusconi, las decisiones de Draghi, la duda existencial del fiat money, el precipicio fiscal norteamericano, el default griego o los rescates de la banca española con una pelota crediticia descomunal? En comparación con algunos de estos episodios citados, la realidad de la Rusia de Putin en la última década, resulta poco menos que apacible.
Veamos algunas cifras de Rusia que, a nuestro modo de ver, compensan sobradamente la incertidumbre que supone invertir en una economía con un régimen autoritario como el de Vladimir Putin:
- El PIB ha aumentado en los últimos 12 meses un 3.5%.
- La bolsa se revalorizó un 11% en 2012, cotizando tan sólo a un múltiplo de beneficios de 5,9x. Sin embargo, la bolsa brasileña, china e india cotizan a PERs de 21x, 12x y 16x respectivamente. Como referencia, el S&P ha cotizado a un PER de 15x en 2012.
- El superávit presupuestario (aunque nos resulte increíble, no todos los países tienen déficit público actualmente) este año ha sido del 1.4% del PIB, batiendo las previsiones del gobierno, que lo esperaba en 0.1%.
- El rublo se ha revalorizado un 4.5% respecto al dólar durante 2012, y un 3.7% respecto a la cesta de divisas de referencia que maneja el gobierno.
- La inflación está controlada por debajo del 6%, alcanzando cifras interanuales a lo largo de 2012 del 4%.
A todos estos envidiables datos, debemos añadir que la deuda pública del país no supera el 11% del PIB (sí, habéis leído bien, el 11% del PIB!) siendo además un Estado al que el petróleo le sale por las orejas. Y por si fuera poco, ese petróleo es de muy fácil extracción, lo cual significa que el márgen de beneficio que deja es mucho mayor respecto a otros petróleos cuya extracción es mucho más cara (alta mar, profundidades y densidades elevadas, etc.). O sea, mayor margen de beneficio por barril, cuyo precio cada vez se adapta más a los crecientes costes de extracción de la mayoría de países de la OPEP.
Pero aún hay más. Una parte importante de la producción petrolífera rusa está estratégicamente comprometida con su vecino históricamente más afín: China. Los chinos necesitan asegurarse el suministro de ingentes cantidades de crudo y gas para las próximas décadas. Su proyecto (realidad) de primera potencia mundial no puede depender de ningún boicot occidental -afín a los EE.UU.- ni musulmán. Y además de un gran oleoducto directo Rusia/China, se están ya contruyendo otros dos, que aseguran y asegurarán transfusiones energéticas y financieras astronómicas entre ambos gigantes durante los próximos decenios.
Estamos pues ante un país con unas cifras macroeconómicas envidiables, una riqueza natural gigantesca, cuya comercialización está asegurada, y en manos públicas y parapúblicas de un gobierno poderoso y autoritario. Una clase media y media-alta creciente, un consumo interno tan alcista como el chino, y un Valor de sus gigantes empresariales, con unos márgenes de seguridad de vértigo respecto a los precios que están cotizando.
Veamos unos múltiplos de beneficios a los que cotizan las acciones de algunas empresas energéticas, que tienen ante sí una década que bien podría ser prodigiosa:
- Gazprom: P/E 2012 3.0x – P/E 2013 2.9x
- Bashneft: P/E 2012 4.3x – P/E 2013 3.3x
- Surgutneft: P/E 2012 4.2x – P/E 2013 5.3x
Incluso también están a precios bajísimos algunas acciones de otros sectores como el agrícola o el de consumo:
- Miriya: P/E 2012 4.1x – P/E 2013 3.6x
- MHP: P/E 2012 4.8x – P/E 2013 4.2x
- Cherkizovo: P/E 2012 3.9x – P/E 2013 3.5x
La pregunta del millón es ¿por qué negocios tan estables y sólidos están cotizando a múltiplos de escándalo? A nadie se le debería escapar que la animadversión de los medios de comunicación occidentales (western media) hacia Putin y su entorno de alianzas anti-norteamericanas, frena a la mayoría de inversores institucionales del mundo desarrollado. Y ello conlleva la ausencia de gigantescos flujos de inversión hacia Rusia, en manos de fondos soberanos, de pensiones y grandes fondos de inversión institucionales. Si no existiese esa mezcla de ojeriza y temor occidental hacia Putin (mediatizado o justificado, el tiempo dirá), sin duda no veríamos cotizar a precios tan extremadamente bajos las empresas rusas.
Lógicamente sería muy arriesgado invertir en empresas que no conocemos de forma exhaustiva, sólo por el hecho de estar cotizando a PERs bajos. Esa no es una fórmula mágica que sistemáticamente tenga finales felices (aunque suele acabar mucho mejor a largo plazo que la mayoría de analistas técnicos y vendedores de cursos de bolsa milagrosos). Por tanto, debemos ir siempre mucho más allá de la simple apuesta del PER o el beneficio por acción.
La clave, como siempre, y aún más si cabe en los países emergentes, es invertir de la mano de los mejores gestores especializados en esas economías, en esos sectores y en esas empresas, incluso ejerciendo labores de corporate governance en algunos de esos negocios. Algunas de las compañías que hemos citado, se incluyen en carteras de fondos que están en manos de gestores que son capaces de hacerlo, y que han obtenido rendimientos superiores al 35% anualizado. Pero no en los últimos 3 o 5 años, sino a lo largo de toda la vida de los fondos, hace más de una década. Ahí es nada. Antes de que lo preguntéis, he de deciros que desgraciadamente la gestora de estos fondos a los que nos referimos, que invierten en empresas rusas, no los ha registrado para su comercialización en España. Y por tanto, difícilmente son accesibles para el inversor de a pie sin el asesoramiento adecuado.
Resumiendo, estamos ante una economía emergente que cotiza empresas con negocios muy sólidos a precios bajísimos. Y a pesar de la incertidumbre política rusa y de los caprichos de Putin, resulta muy interesante acceder, de la mano de los mejores gestores, a negocios más que estables, que cada año ganan una cuarta parte o incluso un tercio de lo que estamos pagando hoy por ellos. Estas oportunidades no se dan todas las décadas, y menos aún en entornos globales de escaso o nulo crecimiento y solvencia.
Totalmente de acuerdo con vosotros. El mercado ruso está muy mal visto gracias a esa mala propaganda que hay, pero lo cierto es que es un pais que está creciendo a marchas forzadas y con unos impresionantes recursos naturales. Que la clase política sea mejor o peor es harina de otro costado. En general, los políticos son bastante lamentables. Pero si quitas eso…. es un pais apasionante. Sobre los fondos, me imagino que os referís a los fondos de Prosperity, gestora especializada en el mercado ruso. Una especie de bestinver a la rusa.
Alfonso 04/02/2013