La (in)corrección del precio del Petróleo.
La primera circunstancia es muy efímera y podríamos catalogarla de situación de normalidad dentro del caos, aunque personalmente creo que el abuso de situaciones de crisis geopolíticas en los últimos tiempos (desde el 11-s 2001) ha producido una cierta inmunización del mercado ante estos inputs (véase el impacto casi nulo que ha está teniendo el último espasmo ruso-georgiano). En cuanto al aumento de la oferta, se estima como la cifra neta entre la puesta en marcha de nuevas extracciones y el declive de producción debido al agotamiento de los viejos pozos. Y finalmente la ralentización del ritmo de crecimiento de la demanda viene dada por diversos factores: La destrucción de demanda por el alto precio alcanzado, el azote de la crisis económica en el primer mundo, y una cierta moderación en la aceleración de los países emergentes también debida a los efectos colaterales de la crisis del primer mundo. No obstante hay que aclarar que el crecimiento de la demanda de estos países emergentes sigue estando lejos de verse compensado por el menor crecimeinto de la demanda del primer mundo, por eso hablamos de ralentización del ritmo de crecimiento de la demanda y no de disminución de ésta.
Por todo ello, según un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la previsión del balance entre el incremento de la demanda y la capacidad de crecimiento del suministro es claramente favorable a la oferta. Pero ojo, sólo para el 2008 y 2009, ya que la IEA contempla que el escenario de crisis de los países industrializados mejorará ya a partir del 2010 y entonces dicho balance se equilibrará. ¿Qué sucederá a partir del 2011? Lo habéis adivinado: La Agencia prevee un claro déficit que sin duda hará repuntar de nuevo los precios hacia máximos históricos.
Desde nuestro punto de vista, el periodo de depresión de los países industrializados se puede prolongar bastante más allá del 2009 y 2010, pero de todos modos el repunte a medio plazo del precio del crudo parece inevitable, debido el enorme tirón consumista de los países emergentes. Consecuentemente, la crisis del primer mundo también parece lejos de ser breve ya que tiene un componente inflacionista de primera ronda muy trascendente en las cifras macroeconómicas, pero lamentablemente (o no) dicha crisis parece poco catalizadora de la moderación del consumo energético futuro.
La corrección técnica que estamos viviendo parece que no es más que eso, corrección en un rally cuyos fundamentos siguen determinando un encarecimiento del crudo a medio y largo plazo. y lo peor es que no parecen haber herramientas paliativas más allá de la moderación del consumo y la búsqueda de la, hoy por hoy, quimera de la energía abundante y barata. Esperemos que la especulación no se lleve por delante incluso la tregua de la corrección antes de tiempo. No obstante hay varias voces que vaticinan las bondades de la crisis energética a través de una mayor eficiencia a consecuencia de la escasez. Y siempre nos quedará la alegría de ser pobres pero eficientes, en contraposición de los desmanes de los ricos y productores de petróleo… o era al revés… qué lío.
«Cuando saltes de alegría, cuida de que nadie te quite la tierra debajo de los pies.»