God Bless China. Póker descubierto (2a parte)
Nos parece evidente que dicho imperio de facto (China) no está dispuesto a romper la baraja con la que ya está jugando desde hace unos años aunque siga haciendo sus trampas. Quizás termine dentro de unos cuantos años aceptando las reglas del resto de jugadores, pero es innegable que quiere seguir jugando. Y quiere seguir porqué está ganando y cada día que pasa se acerca más al nivel de los tahúres con quien comparte mesa y cuyas caras de póker ve palidecer a medida que avanza la timba. Todos saben que cuando China se vea obligada a dejar de hacer trampas y siga creciendo más y mejor que el resto del mundo, estará ya al frente de la economía mundial.
Cada día me parece más clara la estrategia de EE.UU. para mantener el pulso pokeriano con el tramposo que tiene enfrente. Parece que poco le importa echar de la partida al resto de jugadores. Quizás deba ser así si queremos que alguien plante cara al gigante chino que se niega a acatar la libre fluctuación de su moneda.
En la evolución del yuan respecto al euro y al dólar en los últimos años, veremos claramente estas diferencias estratégicas. Y por lo tanto, de mantenerse estas tendencias un yuan, más y más débil respecto a euro y demás divisas asiáticas hará sin duda muchísimo daño. Por eso hablamos de que parece que la partida de póker ya es sólo cosa de dos. China sigue con sus trampas, EE.UU. se esfuerza para bajar el dólar tanto como le sea posible y así paliar los temibles efectos del déficit de cuenta corriente (ya está en 857.000.000.000′- $). No en vano vemos hoy el dólar a 7,565 yuans, mientras que el euro está a 10,435. Quizás por motivos distintos o no, el yen parece seguir los pasos del dólar, pero repito: La partida será cosa de dos.
Como parafraseaba en una ocasión nuestro admirado Rebuzner: «Si tras diez minutos de partida de póker, no sabes quién es el pardillo, entonces lo eres tú.» Aunque sea beneficiado por el carry trade, parece claro que el papel de pardillo no le ha caído a Japón. Con esto quiero decir que la UE debería tomar medidas respecto al cariz que está tomando la timba mundial. Según podéis ver en los gráficos linkados del yuan, sólo la balanza comercial de EE.UU. podrá plantar algo de cara al PIB chino del 11,9 % en el segundo trimestre, aunque desde occidente se prevean ajustes.
En definitiva parece que los cambios de divisa tendrán mucho que decir en el nuevo orden mundial, aunque algunos sigan anclados mentalmente en la paridad €/$ o en la moneda estadounidense como divisa de referencia fuerte respecto al resto. Pero como he dicho ya en alguna ocasión la especulación en divisas es la madre de las especulaciones y en los mercados hay que ser muy humilde cuando pretendemos buscar claves. Creo en la debilidad del $ mientras el yuan siga artificialmente ligado a esa misteriosa cesta de divisas, pero lo creo muy humildemente.