El Síndrome Ponzi y la actual crisis.
Charles Ponzi, Parma (Italia) 1877-1949. Fué famoso por lo que se conoce como el Esquema Ponzi, que no fue más que una estafa a gran escala causada por la falta de oferta de cupones postales que arbitraba de España a los EE.UU. donde residía desde el año 1903 como un emigrante más. Recibía estos cupones vía Italia con un arbitraje que le generaba un beneficio escandaloso de un 600%. Ofreció participar del negocio a familiares y amigos con un 45% de beneficio a 90 días, pero pronto quedó desbordado por la demanda. Todo Boston quería participar del «negocio Ponzi» y tuvo peticiones de hasta 200 millones de cupones. Ante la avalancha de demanda que hacía materialmente imposible la cobertura real de los ingresos con sus cupones correspondientes, Ponzi decidió pagar los intereses de los inversionistas con las nuevas aportaciones diarias que recibía. Se había creado un efecto piramidal de consecuencias nefastas que le llevaron a prisión y acabaron con su efímera opulencia en pocos años. De hecho murió en un hospital caritativo de Río de Janeiro, en la mas absoluta miseria a la edad de 72 años.
¿Es comparable el abuso del crédito y su titulización actual con un Síndrome Ponzi? En cierto modo podríamos decir que sí. Al menos es extrapolable el incremento de demanda de crédito que ha sufrido nuestro Sistema económico en los últimos años. Pero qué duda cabe que la mayor responsabilidad está muy repartida: La tienen los financos que titulizaron todo lo titulizable y más, también la tienen los inversores que apalancaron lo indecible con y sin carry trade, la tienen las calificadoras de crédito que con buena o mala fe hicieron muy mal su trabajo, y la lista podría seguir hasta ofender a más de uno. De todos modos debemos reconocer un cierto Momento Minsky, tal y como nos comentan muy acertadamente desde Gurusblog, que ha incrementado abusivamente el crédito de tipo Ponzi.
Aunque lo que hizo Ponzi en su día fue una estafa mayúscula que arruinó a miles de personas, quizás no deberíamos demonizar el esquema Ponzi, porque no olvidemos que nuestra Seguridad Social lo practica con alevosía y sin remedio para hacer frente a sus obligaciones. Eso sí, advirtiendo que en el futuro quizás el sistema de pensiones no será sostenible a causa de la creciente longevidad. Si fuéramos realmente solidarios y políticamente correctos deberíamos morirnos a los 70 años para preservar el Sistema. Si Ponzi levantara la cabeza…