El misterioso mundo del dinero gratis.
Volviendo a Occidente, evidentemente la política monetaria actual está extrapolando la estrategia japonesa al resto del mundo recesivo de hoy, con un tipo de $ ya inferior al 0,25% y un tipo de € ya en el 2% y bajando. En este punto cabría esperar varios escenarios:
- Que el coste próximo al 0% del dinero reactive las economías mundiales hacia un mayor consumo, inflación y que finalmente se consiga un crecimiento positivo. Este escenario estaría por supuesto lejos, y la principal diferencia respecto al fracaso japonés, sería la globalidad de la recesión. El sentido común nos diría que si Japón no lo ha conseguido en un entorno expansivo, menos lo conseguirá occidente en esta multicrisis depresiva global. No obstante es cierto que estamos repitiendo la misma estrategia fracasada pero en un escenario distinto. Peor. Pero aún así cabría la esperanza de que algún imponderable o efecto mariposa haga que el resultado pueda ser mejor que la evolución nipona.
- Que prestar dinero a cambio de casi 0% no sólo no consiga reactivar las economías, sino que además perjudique y profundice la deflación. Algunas son ya las teorías (os recomiendo leer a Marc Vidal) que defienden que un menor coste del dinero mejorará poco o nada el consumo, mientras que lo que sí conseguirá es abaratar costes. Esta bajada en los costes se repercutirá en los precios de venta, contribuyendo así a una mayor profundización deflacionaria. Así entraríamos en un círculo vicioso peligrosísimo, que sólo con un crecimiento constante muy potente del consumo (consecuencia de la bajada de precios/recuperación del poder adquisitivo), y una inflación pública desmesurada se podría frenar. Nótese que en este escenario el panorama post-deflación también sería complicadísimo.
Además tampoco parece que estemos en condiciones de ejecutar otras estrategias que, hoy por hoy, ni siquiera somos capaces de teorizar con criterio. Pocos son los fundamentos descritos, empíricos y referenciados de la evolución deflacionaria, de los márgenes de maniobra y políticas a seguir para corregir una depresión. No existen recursos consensuados a pesar de haberse teorizado extensamente sobre ello. Nadie nos enseñó a vivir en deflación. El capitalismo se inventó para crecer, para sobrecalentarse y corregir excesos cíclicamente. Con los desajustes que hemos visto en el siglo pasado. Pero una multicrisis con trampa de liquidez post-abuso crediticio en un mundo globalizado, supera la ficción macroeconómica de los manuales de las eminencias mas imaginativas. Una especie de Recesión de Doble Repliegue ha venido y nadie sabe como ha sido.